Dijo Jesús a sus discípulos: «Nadie puede estar al servicio de
dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se
dedicará la primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al
dinero. Por eso os digo: no estéis agobiados por la vida pensando qué vais a
comer, ni por el cuerpo pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida
que el alimento y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros: ni siembran,
ni siegan, ni almacenan y, sin embargo vuestro Padre celestial los alimenta.
¿No valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse,
podría añadir una hora al tiempo de su vida? ¿Por qué os agobiáis por el
vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan, ni hilan. Y os
digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues
si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la
viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis
agobiados pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a
vestir. Los paganos se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo
que tenéis necesidad de todo eso. Sobre todo buscad el Reino de Dios y su
justicia; lo demás se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por la
mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus
disgustos».
SEÑOR, me invitas a que ponga en tus manos mis ocupaciones.
Santa Teresa lo expresaba con palabras rotundas : "Nada te turbe, nada te
espante. Quien a Dios tiene nada le falta: Sólo Dios basta". Yo quiero
conformarme con entenderlo. Quiero vivirlo experimentar que si busco sobre todo
tu Reino. lo demás me lo darás con más razón que lo das a los lirios del campo
y a las aves del cielo. ¡Soy hijo de Dios!