LUCAS
12, 49-43
Dijo
Jesús a sus discípulos: «He venido a prender fuego en el mundo, ¡y ojalá
estuviera ya ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta
que se cumpla! ¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz? No, sino división.
En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra
tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la
madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la
nuera contra la suegra».
SEÑOR, hoy tu palabra me resulta fuerte. Pero
tú tienes palabras de vida eterna, y yo las acepto como lo mejor. Que el fuego
que trajiste a la tierra prenda en mi vida y queme todo lo que pueda ser motivo
para distanciarme de ti. Podrá haber divisiones, pero jamás entre tú y yo: tú
eres mi vida, y yo quiero vivir siempre contigo, después de morir, eternamente
en el cielo cara a cara, y ahora aquí en la tierra por la fe: fe y gloria que
me das y darás por tu inmensa Misericordia.