martes, 4 de octubre de 2016

SALVE MADRE


¡Salve, Señora, santa Reina, 
santa Madre de Dios, María,
virgen hecha iglesia,
elegida por el santísimo Padre del cielo, 
consagrada por él con su santísimo Hijo amado
y el Espíritu Santo Defensor,
en ti estuvo y está
toda la plenitud de la gracia y todo bien!
¡Salve, palacio de Dios!
¡Salve, tabernáculo suyo!
¡Salve, casa suya!
¡Salve, vestidura suya!
¡Salve, esclava suya!
¡Salve, Madre suya!
Y, ¡salve, todas vosotras santas virtudes, 
que, por la gracia e iluminación del Espíritu Santo, 
sois infundidas en los corazones de los fieles, 
para hacerlos, de infieles, fieles a Dios!

                                                                                 (San Francisco)