El que venga a mí, no tendrá hambre,
y el que crea en
mí,
no tendrá nunca sed.
Pero ya os lo he dicho:
Me habéis visto y no creéis.
Todo lo que me dé el Padre
vendrá a mí,
y al que venga a mí
no lo echaré fuera;
porque he bajado del cielo,
no para hacer mi voluntad,
sino la voluntad del que
me ha enviado.
Y esta es la voluntad
del que me ha enviado;
que no pierda nada
de lo que él me ha dado,
sino que lo resucite el último día.
Esta es la
voluntad de mi Padre:
que todo el que vea al Hijo y crea en él,
tenga vida
eterna
y que yo le resucite el último día.
Juan 6, 35-39