JESÚS, me uno a María, que elevaste a tu lado en cuerpo y alma, para proclamar tu grandeza y tu amor: has hecho obras grandes en mí y por mí. No dejes que yo sea soberbio, poderoso o rico. Quiero que se cumplan en mí las palabras que pronunció tu Madre: Dios enaltece a los humildes, y a los hambrientos los colma de bienes.