domingo, 28 de enero de 2018

EVANGELIO IV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

JORNADA DE LA INFANCIA MISIONERA

MARCOS 1, 21 - 28

Jesús y sus discípulos entran en Cafarnaún, y al sábado siguiente, entra en la sinagoga a enseñar; estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad y no como los escribas. Había precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar: «¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios». Jesús lo increpó: «¡Cállate y sal de él!». El espíritu inmundo lo retorció violentamente y, dando un grito muy fuerte, salió de él. Todos se preguntaron estupefactos: «¿Qué es esto? Una enseñanza nueva expuesta con autoridad. Incluso manda a los espíritus inmundos y lo obedecen». Su fama se extendió enseguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.


SEÑOR, ante tu autoridad y tu poder divinos, unos te admiran y otros se escandalizan: estos siempre encuentran un "pero", y es que haces milagros en sábado. Acepta mi decisión de aceptarte admirado. Pero que mi admiración no se quede en un sentimiento vano, sino que me mueva a seguir tus pasos. Tú pasaste por el mundo haciendo el bien. ¿Se puede decir eso de mí hasta hoy? Ojalá lo digas tú de mí. Por mi parte, quiero intentarlo.