martes, 29 de julio de 2008

IN MEMORIAM

Extraemos una reseña del artículo que para el número 4 de nuestra revista “Reina de las Huertas”, cuyo tema central versaba en torno a la encíclica del Papa Benedicto XVI “Deus Caritas est”, escribiera el M.I. Sr. D. Juan José López Martín y con el queremos tener un recuerdo y una oración por el eterno descanso de su alma. Que Nuestra Señora del Carmen a la que profesaba una gran devoción interceda por él y le lleve al Monte de la Salvación Eterna que es Jesucristo, al que sirvió aquí en la tierra.

"MARÍA INAUGURÓ LA PARTICIPACIÓN DE LA IGLESIA EN EL SACRIFICIO REDENTOR" EN "EL SACRAMENTO DEL AMOR"

..." Desde la Anunciación hasta la Cruz, María es aquella que acoge la Palabra que se hizo carne en Ella y que enmudece en el silencio de la muerte. Finalmente, Ella es quien recibe en sus brazos el cuerpo entregado, ya exánime, de Aquel que de verdad ha amado a los suyos "hasta la muerte"(Jn.13,1). Hay dos expresiones del Papa que todos los años en los Vía-Crucis de la Catedral resalto de manera especial. Ante todo "La Palabra que en la Cruz se hace silencio". A mi me conmueve e impresiona. Y después el Papa recuerda ese paso que no está en los Evangelios, pero que la tradición ha recogido de "Jesús muerto en los brazos de su Santísima Madre". En esa escena la llamamos "Virgen de las Angustias", "Virgen de la Piedad" y "Virgen de la Caridad". Siempre he comentado que jamás tendrá el Cuerpo de Cristo una patena más limpia, más pura y más rica que la que en el Calvario la ofreció al Padre. En la primera Misa, en el primer Sacrificio la patena oferente fueron las manos limpias y puras de la Santísima Virgen. Si "tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo a la muerte y muerte de Cruz"; el gran signo de Amor sin medida fue Cristo muerto en los brazos de María. ¡Qué Icono y que modelo para celebrar cada día la Eucaristía! Con limpias manos y puro corazón levantar cada día el Cuerpo y el Cáliz con la Sangre de Jesús al celebrar el Sacrificio y recibir el Sacramento con limpio corazón y viviendo la Comunión de los Santos con María.”...

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