Santa Teresita del Niño Jesús y de la Santa Faz, Virgen y Doctora de la Iglesia, Carmelita Descalza y Patrona de las Misiones, fue la novicia más joven del convento carmelita de Lisieux, pues con tan sólo quince años peregrinó hasta Roma para solicitar al papa León XIII permiso para poder entran en el Carmelo, permiso que le sería concedido por el obispo al año siguiente de solicitarlo. Sus padres espirituales fueron San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús.
A pesar de su juventud y de no tener una basta cultura, recogió en sus escritos una enseñanza profunda y valiosa, destacando de su mensaje:
- el procurar ir por el “caminito” de la sencillez
"Mi caminito es el camino de una infancia espiritual,
el camino de la confianza y de la entrega absoluta."
- el enamorarnos del Amor con todas nuestras fuerzas
"Lo que me impulsa a ir al Cielo es el pensamiento
de poder encender en amor de Dios
una multitud de almas que le alabarán eternamente."
- que siempre y en todo procuremos cumplir la voluntad de Dios
"Quiero ser santa, pero siento mi impotencia
y te pido, Dios mío,
que seas Tú mismo mi santidad"
- que el celo por las almas devore nuestro corazón
“Presiento que mi misión va a comenzar:
mi misión de hacer amar a Dios como yo lo amo
y de enseñar mi caminito a las almas”
