Con motivo de la festividad de todos los Santos, Juan Rosales ha vestido la Sagrada Imagen de Nuestra Excelsa Titular de una manera más sobria, cambiando la blonda dorada por otra más oscura y los bordados de sus ropas por otras de terciopelo que carecen de ellos, evocándonos de esta forma que noviembre es un mes de oración y de plegaria por los fieles difuntos.
A la Reina de Todos los Santos, la Santísima Virgen del Carmen, confiamos las almas de todos aquellos que nos precedieron y acogiéndonos a su promesa del Privilegio Sabatino, le rogamos que con su Santo Escapularios los guíe hacia la Vida eterna.
