lunes, 10 de noviembre de 2008
HÁBITO CARMELITANO
Estando orando el Papa Juan XXIII, se le apareció la Virgen, vestida del hábito carmelitano, y le prometió sacar del purgatorio el sábado después de la muerte al que muriese con el Escapulario. La Virgen María dijo al Papa: "Yo Madre de misericordia, libraré del purgatorio y llevaré al cielo, el sábado después de la muerte, a cuantos hubiesen vestido mi Escapulario".
El hábito es el vestido o túnica marrón con escapulario y capucha, y para las solemnidades capa y capucha de color blanco que visten desde siempre los hermanos carmelitas, así como aquellos seglares devotos del Carmen. Si bien es verdad que este hábito era en un principio una vestimenta de trabajo que con el tiempo se ha reducido a lo que conocemos como Escapulario, por tanto se puede afirmar que hábito carmelitano y Escapulario son sinónimos y así lo dijo la Santísima Virgen en una de sus apariciones: “Perseverad llevando puesto devotamente el Santo Escapulario, porque es mi hábito... El hecho de andar vestido de este hábito mío, significa que estáis continuamente pensando en mí; y que yo, en turno, siempre estoy pensando en vosotros; y ayudándoos en asegurar la vida eterna”, continua diciendo Nuestra Madre del Carmen.
De ahí que El Papa Paulo V expidiera el 20 de enero de 1613 este decreto: "Permítase a los Padres Carmelitas predicar que el pueblo cristiano puede piadosamente creer que la Bienaventurada Virgen María con sus intercesiones continuas, piadosos sufragios y méritos y especial protección, ayudará después de la muerte, principalmente el sábado, día a Ella dedicado, a las almas de sus cofrades que llevaren el hábito carmelitano".
La Hermandad de Nuestra Señora del Carmen procurando cumplir con las palabras de Nuestra Excelsa Titular, pone a disposición de todo aquel que nos lo solicite hábitos carmelitanos para tener esta protección mariana en la muerte y por el Privilegio Sabatino poder subir a la Cumbre del Monte Carmelo.