La imagen de Nuestra Señora del Carmen sostiene sobre su brazo izquierdo a su Hijo Jesucristo. Sus manos nos enseñan que Ella es el Camino que lleva a la Verdad, a la Vida, al Monte de la Salvación que es Cristo.
Su mano es símbolo de seguridad, de serenidad, en la que todos tenemos cabida, porque “el Niño Jesús, no ocupa toda la mano con que lo sostiene…en ella hay sitio para que, si me lo permiten, tu y yo también estemos siempre en sus manos” (José María Sánchez, X Pregón de Exaltación a la Santísima Virgen del Carmen)