miércoles, 11 de febrero de 2009

REINA Y MADRE INMACULADA DE LOURDES


“¡Dios te salve, María,
humilde esclava del Señor,
gloriosa Madre de Cristo!
Virgen fiel, morada santa del Verbo,
enséñanos a perseverar en la escucha de la Palabra,
y a ser dóciles a la voz del Espíritu,
atentos a sus sugerencias
en la intimidad de nuestra conciencia,
y a sus manifestaciones
en los acontecimientos de la historia.

¡Dios te salve, María, mujer de fe,
la primera de los discípulos!
Virgen, Madre de la Iglesia,
ayúdanos a dar siempre razón de nuestra esperanza,
confiando en la bondad del hombre y
en el amor del Padre.
Enséñanos a construir el mundo desde dentro:
en la profundidad del silencio y de la oración,
en la alegría del amor fraterno,
en la fecundidad insustituible de la cruz.
Santa María, Madre de los creyentes
Nuestra Señora de Lourdes, ruega por nosotros. Amén.”

Oración a Nuestra Señora de Lourdes, S.S. Juan Pablo II