domingo, 7 de junio de 2009

EVANGELIO DOMINGO SOLEMNIDAD DE LA SANTISIMA TRINIDAD

MATEO 28, 16-20

Los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Al verlo, ellos se postraron pero algunos vacilaban. Acercándose a ellos, Jesús les dijo: «Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra. Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo».


SANTÍSIMA TRINIDAD, PADRE, HIJO Y ESPIRITU SANTO, que toda mi vida –aquí en la tierra y luego en el cielo- sea un acto de adoración a mis Tres y mi Todo. Que nunca olvide que soy vuestro templo, al que habéis venido a hacer morada en mí. ¡Lejos de mí el pecado, que es negación del Dios Uno y Trino: lo que más quiero, al único que adoro! Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo.