sábado, 20 de junio de 2009

“Y SU MADRE CONSERVABA TODAS ESTAS COSAS EN SU CORAZÓN”

“Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. A quien la abrace le prometo la salvación; y serán amadas de Dios estas almas, como flores puestas por mi para adornar su trono” (Segunda aparición de Nuestra Señora en Fátima, 13 de junio de 1917).


El Sagrado Corazón de María se representa con un corazón de color rojo, traspasado por una espada como símbolo de los dolores que Ella sufrió en unión con su Divino Hijo en la Pasión. Del corazón brota una llama por su ardiente amor a Dios y está circundado por una guirnalda de rosas blancas, pues no tiene mancha alguna.