La Imagen del Niño Jesús de Nuestra Señora del Carmen, lleva junto al Escapulario un Rosario que nos recuerda una de las promesas de su Madre a quienes recen esta oración: “Libraré pronto del purgatorio a las almas devotas del Rosario”.
Al desgranar las Aves Marías se profundiza en los misterios de Jesucristo y según palabras de Juan Pablo II “recitar el Rosario es contemplar a María con el rostro de Cristo”.