miércoles, 6 de enero de 2010

LA EPIFANIA DEL SEÑOR



Yo soy Gaspar. Aquí traigo el incienso.
Vengo a decir: la vida es pura y bella.
Existe Dios. Él amor es inmenso.
¡Todo lo sé por la divina estrella!

Yo soy Melchor. Mi mirra aroma todo.
Existe Dios. Él es la luz del día.
La blanca flor tiene los pies en lodo,
y en el placer hay la melancolía.

Soy Baltasar. Traigo el oro. Aseguro
que existe Dios. Él es grande y fuerte.
Todo lo sé por el lucero puro
que brilla en la diadema de la muerte.

Gaspar, Melchor, Baltasar, callaos.
Triunfa el Amor y a su fiesta nos convida.
¡Cristo resurge, hace lal luz del caos
y tiene la corona de la Vida!

                                                                                       Rubén Darío