domingo, 9 de mayo de 2010

EVANGELIO DOMINGO 6º DE PASCUA

JUAN 14, 23-29

Dijo Jesús a sus discípulos: «El que me ama guardará mi palabra y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió. Os he hablado ahora que estoy a vuestro lado; pero el Defensor, el Espíritu Santo, que enviará al Padre en mi nombre, será quién os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho. La paz os dejo, mi paz os doy: No os la doy como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: “Me voy y vuelvo a vuestro lado”. Si me amarais os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, sigáis creyendo».


JESUCRISTO, anuncias tu partida y prometes enviar tu Espíritu, el Defensor, el que me aclarará tantas cosas que, aunque no las entienda con la mente, no siempre las acepto con el corazón. Y antes me aseguras que, si te amo, el Padre y tú vendréis a mí y haréis morada en mi vida. ¡Toda la Santísima Trinidad, derrochando amor por un pobre pecador, como yo! ¿Cómo podré darte gracias?