"Sencilla como el agua de la fuente
que fluye blancamente de la nieve.
Silencio del cristal sencillo y leve
que transparenta verso confidente.
Así te quiso Dios: sencillamente
abierta a su sonrisa larga y breve.
Porque Dios, tan humilde, no se atreve
a nacer y vivir altivamente.
Así te quiso Dios, porque su norma
es tallar corazones con su forma
de amar en sencillez superlativa.
Por eso te miramos y nos llenas
del mismo Dios que corre por tus venas,
porque tu luz sencilla Le cautiva."
Rafael Matesanz