viernes, 24 de septiembre de 2010

SANTA MARIA DE LA MERCED


 María, tu nombre publica mil vuelos de cumbre,
trigal placidez de plegaria, bullir de romería;
eres calor derramado en el relente,
rumor de muchos soles sonándonos las manos.
Tu corazón habita al raso, a la intemperie,
y, con sólo la disponibilidad por credenciales,
se tiende ante el Señor que viene y llama.
Madre a campo abierto, Señora de la liberación,
cuando duele la vida oprimida del hombre
eres pregón y anuncio de nuestras libertades
en el éxodo pascual de los hijos hacia el Padre.
Vidal Ayala