domingo, 18 de noviembre de 2012

EVANGELIO 33º DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

DIA DE LA IGLESIA DIOCESANA
Dijo Jesús a sus discípulos: «En aquellos días, después de una gran tribulación, el sol se hará tinieblas, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los ejércitos celestes temblaran. Entonces verán venir al Hijo del Hombre sobre las nubes con gran poder y majestad; enviará a los ángeles para reunir a sus elegidos de los cuatro vientos del extremo de la tierra al extremo del cielo. Aprended lo que os enseña la higuera: Cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las yemas, deducís que el verano está cerca; pues cuando veáis vosotros suceder esto, sabed que él está cerca, a la puerta. Os aseguro que no pasará esta generación antes que todo se cumpla. El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán. El día y la hora nadie lo sabe, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, solo el Padre».
SEÑOR, tu segunda venida será con gran poder y majestad. Y yo, que me considero amigo tuyo, me alegra tu poder y me conforta tu majestad. Al final, triunfará la Verdad y la Vida, que eres tú, frente a la mentira y la muerte de este mundo y de su príncipe. ¡Tu palabra no pasará!