domingo, 21 de abril de 2013

EVANGELIO 4º DOMINGO DE PASCUA

VII ANIVERSARIO DE LA ELECCIÓN DE BENEDICTO XVI

JUAN 10, 27-30
Dijo Jesús: «Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno».

JESUCRISTO, hablas de rebaño y de ovejas, pero no eres pastor de manadas, sino de cada oveja en particular. Me quieres personalmente y escucho tu voz que me da plena seguridad, porque estoy en tus manos: es la inmensa seguridad de la fe.