«La tercera parte del secreto se refiere a las palabras de Nuestra Señora: “Si
no [Rusia] diseminará sus errores por el mundo, promoviendo guerras y
persecuciones a la Iglesia. Los buenos serán martirizados, el Santo Padre
sufrirá mucho, varias naciones serán destruidas” (13-VII-1917).
La tercera parte es una revelación simbólica, que se refiere a esta parte
del Mensaje, condicionado al hecho de que aceptemos o no lo que el mismo Mensaje
pide: “si aceptaren mis peticiones, la Rusia se convertirá y tendrán paz; si no,
diseminará sus errores por el mundo, etc.”.
Desde el momento en que no hemos tenido en cuenta este llamamiento del
Mensaje, constatamos que se ha cumplido, Rusia ha invadido el mundo con sus
errores. Y, aunque no constatamos aún la consumación completa del final de esta
profecía, vemos que nos encaminamos poco a poco hacia ella a grandes pasos. Si
no renunciamos al camino del pecado, del odio, de la venganza, de la injusticia
violando los derechos de la persona humana, de inmoralidad y de violencia,
etc.
Y no digamos que de este modo es Dios que nos castiga; al contrario, son
los hombres que por sí mismos se preparan el castigo. Dios nos advierte con
premura y nos llama al buen camino, respetando la libertad que nos ha dado; por
eso los hombres son responsables».
Carta de Sor Lucia al Santo Padre