jueves, 2 de abril de 2015

"MAJESTAD TAN GRANDE DISIMULADA EN COSA TAN POCA COMO ES LA HOSTIA"


Así ahora el Verbo encarnado, Dios y hombre, oculto y presente bajo las especies eucarísticas, verdaderamente habita con nosotros, en los sagrarios de las iglesias de de nuestros pueblos y ciudades, llevando una vida de retiro, escondida, de silencio y recogimiento, verdaderamente divina. Y como Jesucristo en otro tiempo, en el transcurso de su vida pública visitó los pueblos y ciudades de Palestina beneficiándoles a muchos necesitados de mil maneras, así también ahora Cristo, Pan vivo, visita y no ya los pueblos y ciudades, sino los pechos de los fieles en la sagrada comunión, impartiendo los riquísimos frutos de su presencia en cada uno de los hijos de Dios. y como en otro tiempo Jesucristo muriendo en la cruz se ofreció a sí mismo en sacrificio derramando su sangre para salvarnos, así cada día en nuestros altares, en misa, se sigue ofreciendo, para que nunca falte a a su pueblo la hostia de alabanza y para que aquel sacrificio se haga presente a todas las generaciones.
Ejercicios espirituales con Santa Teresa de Jesús