domingo, 11 de febrero de 2018

EVANGELIO VI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

JORNADA MUNDIAL DEL ENFERMO
COLECTA CAMPAÑA CONTRA EL HAMBRE EN EL MUNDO

MARCOS 1, 40 - 45

Se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: «Si quieres, puedes limpiarme». Compadecido, extendió la mano y lo tocó, diciendo: «Quiero: queda limpio». La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio. Él lo despidió, encargándole severamente: «No se lo digas a nadie; pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés». Pero cuando se fue, empezó a pregonar bien alto y a divulgar el hecho, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en lugares solitarios; y aun así acudían a él de todas partes.


SEÑOR, si quieres, puedes limpiarme. A mi paso por este mundo, se me van pegando a los pies - y al corazón- el barro del mundo y sus apetencias, que son peor que la lepra. Yo quiero ser limpio de corazón, limpio de vida: no por mis fuerzas, sino por tu gracia y para tu gloria.