Gracias, oh Santa Madre del Hijo de Dios,
Jesús, ¡Santa Madre de Dios!
Gracias por tu humildad que ha atraído la
mirada de Dios;
gracias por la fe con la que has acogido
su Palabra;
gracias por el coraje con el que has
dicho “aquí me tienes”,
olvidándote de ti, fascinada por el Amor
Santo,
hecha toda una con su esperanza.
Gracias, ¡oh Santa Madre de Dios!
ruega por nosotros, peregrinos en el
tiempo;
ayúdanos a caminar por el camino de la
paz. Amén.
(Papa Francisco en el Ángelus de la Solemnidad de Santa María Madre de Dios del 2018)