viernes, 19 de abril de 2019

A VUESTROS PIES…


¡A vuestros pies, hermanos!

Caeré envuelto con la toalla de mi comprensión
ataviado con el traje del que sirve más y mejor
fortalecido con la jofaina de la oración
enriquecido con el agua de la fe
empujado con las armas de la oración


¡Sí! ¡A vuestros pies, como Jesús!

Me inclinaré para, en esos pies sufrientes
encontrar las huellas de un Dios invisible pero visible
triunfante pero presente en la humanidad doliente
celeste pero abrazado al hombre bajo mil cruces


¡A vuestros pies, hermanos!

Dirigiré mis ojos, mis manos y mi corazón
Mi ojos para ver en ellos el rostro de Cristo
Mis manos, para ser testigo de la fe y del Evangelio
Mi corazón, para no quedarme disfrazado en palabras

Gracias, Señor, porque al buscar mis pies
me indicas y sugieres el camino que he de seguir
para amarte, servirte y ofrendarte mi vida entera:
 ¡EL AMOR QUE SE DA CAYENDO A LOS PIES DE LOS DEMÁS!

Padre Javier Leoz