domingo, 18 de agosto de 2019

EVANGELIO XX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

LUCAS 12, 49 - 53

Dijo Jesús a sus discípulos: «He venido a prender fuego a la tierra, ¡y cuánto deseo que ya esté ardiendo! Con un bautismo tengo que ser bautizado, ¡y qué angustia sufro hasta que se cumpla!.  ¿Pensáis que he venido a traer paz a la tierra? No, sino división. Desde ahora estarán divididos cinco en una casa: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra su nuera y la nuera contra la suegra».


SEÑOR, hoy tu palabra me resulta fuerte. Pero tú tienes palabras de vida eterna, y yo las acepto como lo mejor: que el fuego que trajiste a la tierra prenda en mi vida y queme todo lo que pueda ser motivo de distanciarme de ti me viene de perlas. Podrá haber divisiones entre los allegados, pero que jamás la haya entre tú y yo: tú eres mi vida, y yo quiero vivir siempre contigo, ahora por la fe y, después de morir, eternamente en el cielo cara a cara.