DÍA DE HISPANOAMÉRICA
Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu para ser
tentado por el diablo. Y después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta
noches, al fin sintió hambre. El tentador se le acercó y le dijo: « Si eres
Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes». Pero él le
contestó: «Está escrito: "No sólo de pan vive el hombre, sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios"». Entonces el diablo lo llevó a la
ciudad santa, lo puso en el alero del templo y le dijo: «Si eres Hijo de Dios,
tírate abajo, porque está escrito: «Ha dado órdenes a sus ángeles acerca de ti
y te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las
piedras"». Jesús le dijo: «También está escrito: "No tentarás al
Señor, tu Dios"». De nuevo el diablo lo llevó a una monte altísimo y le
mostró los reinos del mundo y su gloria, y le dijo: «Todo esto te daré, si te
postras y me adoras». Entonces le dijo Jesús: «Vete, Satanás, porque está
escrito: "Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto"». Entonces
lo dejó el diablo, y he aquí que se acercaron los ángeles y lo servían.
CRISTO, porque pensaste en mí, tan zarandeado por los combates que me organiza el maldito diablo, y quisiste darme ejemplo de que lo malo no es la tentación, sino caer en ella, te sometiste a las tentaciones. Y así, me enseñaste vencer con la Palabra de Dios sin conversar con el diablo. Solo tú eres mi Maestro, con tu palabra, con tu vida, con la luz y la fuerza del Espíritu Santo.