DÍA DE LA ACCIÓN CATÓLICA Y DEL APOSTOLADO SEGLAR
Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana,
estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los
judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros». Y,
diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron
de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha
enviado, así también os envío yo». Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan
perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».
JESUCRISTO, gracias por el envío de tu Espíritu. Te pido hoy que lo que prometiste que haría el Espíritu se cumpla en mi vida, comenzando por el gran gesto de misericordia divina de perdonar mis pecados. ¡Ven, Espíritu Santo, llena el corazón de tu fiel y enciende en mí el fuego de tu amor! Solo con la asistencia de tu Santo Espíritu podrá renovarse la faz de mi vida.