Mira, Señor, a este pueblo de Almería al que el Obispo San
Indalecio engendró por la predicación de la Palabra y alimentó con el
Sacramento de la Vida, y haz que quienes por tu misericordia se han mantenido
fieles a sus enseñanzas, por su oración y sus méritos, mantengan siempre vivo
el fuego del amor.
San Indalecio, ruega por nosotros