El próximo lunes 6 de noviembre, en la
Santa Misa de las 19:30 h. en la Parroquia de San Sebastián, se celebrará la
Festividad de los Beatos Mártires de Almería. Nuestra Parroquia y Hermandad
tuvo vinculación con tres de ellos; por eso, en los próximos días recordaremos
la biografía de cada uno.
Beato Juan Manuel Felices Pardo
(Almería,
28 de junio de 1893 – Enix, 30 de agosto de 1936)
La ciudad de Almería acogió su
nacimiento, siendo bautizado en la Iglesia Parroquial de San Sebastián. Vecino
del convento de las Hermanitas de los Pobres, su pronta vocación sacerdotal le
hizo ingresar en el Seminario de Almería, donde superó los estudios con buenas
notas.
Ordenado presbítero el diecisiete de mayo
de 1916, dijo su primera Misa en la capilla del Manicomio el seis de junio.
Enviado como coadjutor de Gérgal durante cuatro años, los siguientes ochos años
fue párroco de san Francisco de Paula de Cuevas de los Medinas.
En 1928 regresó a Almería, como párroco
de san José del Barrio Alto. Una niña de la época lo rememoraba así: «Celebraba
la Misa con devoción, pausadamente; atendía a los fieles en el confesionario,
predicaba todos los domingos y de forma sencilla, al alcance de la gente
sencilla; daba catequesis a los niños; repartía muchas estampas para fomentar
la devoción al Señor y a la Santísima Virgen. Hacía mucho apostolado en la
parroquia y atraía la gente hacia la Iglesia y hacia Dios. El Barrio era,
entonces, el mayor foco de pobreza de Almería – gitanos y pescadores – y los
atendía muy bien. No era un hombre interesado, vivía modestamente, atendido por
su hermana.»
Al inicio de la Persecución Religiosa
siguió celebrando la Santa Misa hasta la misma mañana de su detención, que tuvo
lugar en Los Molinos. Mientras era conducido a prisión gritaba: «¡Viva Cristo
Rey!, ¡Señor perdónalos!» Junto a los Beatos Obispos de Almería y Guadix
recibió la palma del martirio, a sus cuarenta y tres años de edad.
Fuente: Diócesis de Almería