“Besa el Santo Escapulario,
con profundo y tierno afecto,
pues es la Virgen, tu Madre,
la que recibe esos besos”
La palabra ESCAPULARIO viene del latín scápula que significa hombro, espalda. Antiguamente se le llamaba así al vestido largo de tela que caía sobre los hombros por el pecho y la espalda. En un principio, era una vestimenta de trabajo y más tarde se transformó en una franja superpuesta sobre la túnica. En la actualidad se ha reducido a dos trozos de tela unidos por cintas y que significa la adhesión de los laicos a la espiritualidad de la orden del Carmelo. Está considerado junto con el rosario y la medalla milagrosa uno de los más importantes sacramentales marianos.
El Escapulario es el símbolo de la protección maternal de Nuestra Señora del Carmen para todo aquel que lo lleve impuesto con verdadera devoción, que protege en la vida y salva después de la muerte. No se trata pues, de un amuleto sino de un compromiso de vida, que implica imitar en todo momento las virtudes de la Santísima Virgen, para alcanzar así el Monte de la Salvación que es Jesucristo.
Los Carmelitas han difundido en el pueblo cristiano esta devoción desde aquel 16 de julio de 1.251 en que la Santísima Virgen se apareciera a San Simón Stock vestida con el hábito de la orden y le entregará al fraile el Escapulario con la siguiente promesa: "Este debe ser un signo y privilegio para ti y para todos los Carmelitas: quien muera usando el escapulario no sufrirá el fuego eterno"