La Iglesia celebra hoy la transfiguración de Nuestro Señor, cuando se cumple el trigésimo aniversario de la muerte de Pablo VI, Papa de la Iglesia desde 1.968 a 1.976 con un pontificado marcado por la modernización de la Iglesia Católica y de sus enseñanzas, para ello trabajó por impulsar una mayor colaboración de los fieles en la vida de la Iglesia, por redoblar la presencia pública de la Iglesia y por fomentar el diálogo ecuménico con las otras confesiones cristianas.
La escena de la transfiguración se relata en el Evangelio de San Mateo 17, 1-8. Destacar de la narración la figura de San Elías, profeta y padre espiritual del Carmelo:
“...Y se les aparecieron Moisés y Elías conversando con Él. Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús: “Señor, ¡qué bien se está aquí! Si quieres, haré tres tiendas una para Ti, otra para Moisés y otra para Elías..."
El lema de San Elías es doble, por un lado, la vida contemplativa, intimidad divina: "Vive el Señor, en cuya presencia yo vivo, yo estoy" (1 Re 17,1). Y por otro, la vida apostólica, celo por la gloria de Dios y la justicia: "Me abraso de celo por el Señor, Dios de los ejércitos" (1 Re 19,10). Si a este doble espíritu se le añade el amor tierno y filial a María a la que según la tradición él viera prefigurada en la célebre Nubecilla (1 Re 19, 44) ya está completo el Carisma del Carmelo.