viernes, 28 de noviembre de 2008

ALMA MIA, NO DELIRES



Alma mía, no delires,
ni suspires de dolor,
que posees en el cielo,
tu consuelo, Tu Señor.
Jesucristo, del pecado
te ha librado en una cruz;
y derrama sobre el alma
gozo, calma, paz y luz.

Él conoce tu conciencia,
tu dolencia y frenesí,
y con ansia te bendice
y te dice; “Ven a Mí.”
no más llanto, no más penas;
tus cadenas romperás,
y en el seno de tu Dueño,
dulce sueño dormirás.

Claudia Paniaga