domingo, 24 de mayo de 2009

EVANGELIO DOMINGO 7º DE PASCUA

MARCOS 16, 15-20

Se apareció Jesús a los Once y les dijo: «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice, se salvará; el que se resista a creer, será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos, y si beben un veneno mortal no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos y quedarán sanos». Después de hablarles, el Señor Jesús, ascendió al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos fueron y proclamaron el Evangelio por todas partes, y el Señor actuaba con ellos y confirmaba la Palabra con los signos que los acompañaban.


JESUCRISTO, me quedo mirando al cielo viéndote subir al Padre... Y te pido: “Llévame en tu compañía, donde tu vayas, Jesús, porque bien sé que eres tú, la vida del alma mía; si tu vida no me das, yo se que vivir no puedo, ni si yo sin ti me quedo, ni si tú sin mi te vas”. Y bajo del monte, dispuesto a dar testimonio de tu amor y de tu gloria.