Necesito encontrar
un corazón que arda en llamas de ternura,
que me preste su apoyo sin reserva,
que me ame como soy, pequeña y débil,
que todo lo ame en mí,
y que no me abandone de noche ni de día.
No he podido encontrar ninguna criatura
capaz de amarme siempre y de nunca morir.
Yo necesito a un Dios que, como yo, se vista
de mi misma y mi pobre naturaleza humana,
que se haga hermano mío y que pueda sufrir.
un corazón que arda en llamas de ternura,
que me preste su apoyo sin reserva,
que me ame como soy, pequeña y débil,
que todo lo ame en mí,
y que no me abandone de noche ni de día.
No he podido encontrar ninguna criatura
capaz de amarme siempre y de nunca morir.
Yo necesito a un Dios que, como yo, se vista
de mi misma y mi pobre naturaleza humana,
que se haga hermano mío y que pueda sufrir.
Santa Teresa de Lisieux