sábado, 14 de septiembre de 2013

CRISTO EN LA CRUZ, LA GRANDEZA DE DIOS HUMILLADA POR AMOR

 
Déjame que te restañe
ese llanto cristalino,
y a la vera del camino
permite que te acompañe.
Deja que en lágrimas bañe
la orla negra de tu manto
a los pies del árbol santo
donde tu fruto se mustia.
Capitana de la angustia:
no quiero que sufras tanto.

                                                             Gerardo Diego
  
Invitamos a leer la intervención del beato Juan Pablo II en la audiencia general dedicada a comentar el Cántico de la Carta de San Pablo a los filipenses (2, 6-11), "Cristo, siervo de Dios", pinchando aquí.