SIERVO DE DIOS DON FRANCISCO RODA RODRÍGUEZ (ALMERIA, 25 DE MAYO DE 1873 - TABERNAS, 31 DE AGOSTO DE 1936)
Bautizado en la Iglesia Parroquial de san
Sebastián de su ciudad natal, sus padres trabajaban en la confección de
alfombras de esparto con honda piedad cristiana.
En 1886 ingresó en el Seminario de san
Indalecio, donde a la par de su vocación sacerdotal desarrolló una carrera
intelectual que no abandonó nunca y difícil de resumir. Bachiller en Arte por
el Instituto Provincial de Almería, fue Doctor de Teología y Derecho Canónico
por el Seminario de Granada. En la Universidad de aquella ciudad se licenció en
Filosofía y Letras, doctorándose en Derecho Civil y Ciencias Históricas. En
1908 fue nombrado miembro de la Real Diputación Arqueológica y Geográfica
Príncipe Alfonso. Dedicado también a la docencia, impartió clases en el
Seminario, en el Instituto General y en la Escuela de Magisterio.
Ordenado presbítero el diecinueve de diciembre
de 1896 en la capilla del Hospital Provincial, ocho días después celebró su
primera Misa en el Santuario de la Santísima Virgen del Mar de Almería.
Capellán del Hospital Provincial por tres años, fue nombrado Capellán de Honor
de Su Majestad en 1900. Entre 1902 y 1911 fue Cura Párroco de Lubrín. Tras
permanecer año y medio como Párroco y Arcipreste de Gérgal, pasó a ser Párroco
del Sagrario de Almería en 1912. El uno de junio de 1914 tomó posesión de una
canonjía de la Catedral de la Encarnación. Como Canónigo Magistral predicó
importantes sermones y los Obispos le confiaron varias tareas.
Ya que se negó a ocultarse al iniciarse la
Persecución Religiosa, los milicianos se presentaron en su casa el doce de
agosto de 1936. Él, antes de ser llevado a prisión, les dijo: «Sí es la
voluntad de Dios, aquí estoy.» El martirio le alcanzó a los sesenta y tres años
de edad. Su sobrina cuenta que: «Antes de arrojarlo al pozo le saltaron los ojos,
y como mi tío a este ultraje respondió diciendo: “Todavía tengo lengua para
bendecir a Dios”, le cortaron la lengua.»