lunes, 11 de febrero de 2019

«GRATIS HABÉIS RECIBIDO, DAD GRATIS»



Estuve enfermo y me visitaste,
 me llamaste por mi nombre,
y venías cada mañana sonriente a decirme: 
buenos días.

Fui para ti alguien, y no algo,
aceptaste con paciencia mis impaciencias,
y siempre que venías a verme me dabas paz.

Yo me encontraba con miedo, asustado;
tú me acogiste con serenidad y con cariño,
y diste la vuelta a mi almohada
para que me sintiera mejor.

Me trataste con competencia
y me diste lo que más necesitaba:
cariño, comprensión, escucha y amor.
Y con todo ello me diste a Dios.

                                                Oración en la Jornada Mundial del Enfermo 2019