sábado, 13 de septiembre de 2008

EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ


“Cruz Sagrada que alzaste dichosa,
en tus brazos a Cristo, mi Dios,
oye tierna y acoge piadosa
de tu pueblo ferviente oración”.


La Cruz es el emblema del cristianismo, símbolo del cristiano y signo de la victoria, pues en Ella Jesucristo venció a la muerte y pasó a la Gloria de la Resurrección.

Es la Cruz el trono de Gloria donde Jesús nos proclama el nuevo Reino de Gracia, y nos anuncia que los cristianos debemos tener claro que lo malo del mundo no es el dolor o la muerte sino la ausencia de Cristo.

Exaltar la Cruz es, por tanto proclamar y reconocer que en Ella está la Vida Eterna y la Salvación de la que Cristo por amor nos hizo participes.

“¡Oh Cruz!, Madero precioso,
lleno de gran Majestad,
pues siendo de despreciar
tomaste a Dios por Esposo.”


Así se refería Santa Teresa en uno de sus poemas a la Cruz, y es que para los carmelitas que aspiramos “al Monte de la Salvación que es Cristo”, el centro de nuestra vida al igual que el centro de nuestro escudo, es la Cruz que representa a Nuestro Señor Jesucristo.